¿Cuántas personas en Chile sopesan la verdad que «La libertad nunca es libre?»
Pocas personas al parecer. La libertad no es una franquicia. No es una posesión, ni tampoco es un juego. Ser libres es tener una tremenda responsabilidad.
Como se dijo por allí, «Si no cumples con tu responsabilidad, peligras perder tu libertad.»
Pienso que nos toca recordar que la libertad NO es absoluto. Es decir ninguna persona es «libre para hacer lo que quiera.» ¿Por qué? Por la sencilla razón que nuestras libertades personales tienen límites, y estas límites tienen fundamentos, y los fundamentos parten de lo que aprendemos en la casa y en el colegio. Sin embargo, por lo visto, los alumnos de los establecimientos educacionales chilenos se toman la libertad de infringir la libertad de otros, convertiendolos en enemigos de la libertad, NO DEFENSORES de ella.
Es preocupante el hecho que la educación en Chile sufre de una carencia profunda de una falta de principios. El primer y más básico de los principios es el principio de la libertad como un PRIVILEGIO a ser cuidado y no meramente UN DERECHO a demandar de otros.
Durante las protestas repetidas durante este año 2011 (ya vamos más de 60 días), al igual que las del los últimos CUATRO años, muchos de los que protestan demuestran una tremenda falta de entendimiento respecto a la libertad individual. Ser libre para expresar una opinión no obliga a los demás a creer y a adoptar dicha opinión solo por el hecho de expresarla. Cuando alguien «protesta» a través de besarse en la plaza (como sucedió hace tres semanas en Santiago y varias otras ciudades) se está suponiendo que la expresión de su libertad de quererse, amarse y de demostrar el afecto, es simplemente un acto de emplear sus libertades. Eso es cierto SOLO hasta un punto. Dichas acciones no toman en cuenta que la libertad de aquel que no haría lo mismo ya ha sido infringida, violada y estropellada.
Este argumento es válido también para otras formas de protesta. Al marchar por la calle, la libertad de protestar y de manifiestarse las otras personas está siendo ignorado. Sus libertades NO les permite obstuir las libertades de los conductores de vehículos, los transuentes, y los peatones que quieren avanzar por la misma calle. Por ello hay límites que imponen las autoridades gubernamentales. Tampoco la libertad de expresarse es razón de destruir la propiedad privada (otro derecho de la persona).
En otras palabras, el uso de las libertades personales siempre está regido y equilibrado con el respeto mutuo y con el respeto a la propiedad de los grupos de personas. Las libertades de expresión no son absolutas, pues al injuriar, se viola la libertad de aquel que es objeto de lo dicho o escrito. Al protestar, la libertad de expresión no puede pasar el límite de la protección a la propiedad privada y de la orden social. ¿En el colegio no se le debe enseñar ESTO a los alumnos? ¿No es esto el fundamento de una sociedad libre?
Estoy de acuerdo que hay problemas con la educación en Chile. Pero parte del problema de fondo es que no se les enseña a los jóvenes a respetar las libertades de otros, mientras ellos ejercen el derecho de dar a conocer las opiniones personales respecto a la educación. Este es un equilibrio delicado sobre el cual la democracia y el respeto mutuo se edifica.
Siempre cuando un tiene una enfermedad, el médico trata la causa antes de los síntomas. Los problemas en la educación que hoy vivimos son sintomáticos de otro causal: la falta de un respeto a las libertades de quienes piensan distinto que ellos. Si no me cree, lee la grafiti cerca de su casa! Ella misma es un muestra de la falta del respecto y del abuso a las libetades.
Ahora que lo pienso, otro abuso de la libertad más complicado es los más de 450.000 mil embarazos juveniles al año, junto con los más de 1.500 muertes en la carretera por ingesta del alcohol, y unos cuantos otros abusos de la libertad.
¡Los estudiantes no son los únicos que debemos aprender a respetar la libertad de otros!
David L. Rogers
Magister en Artes del Ministerio
Pastor, IBVN
DEFENSORES DE LA VERDAD 