¿Puedes creerlo? Una sociedad que se supone que defiende a los indefensos (como con los discapacitados) y protege a los inocentes (ej. animales) y que nutre a los débiles (por ejemplo, los enfermos y los enfermos terminales) ahora defiende la eutanasia.
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Si visitaste el enlace anterior de ProCon.org, notarás algo aquí. Todos menos tres son países europeos. ¿Qué significa…? Los países que lideran el mundo en economía y medicina también son aquellos con la menor cantidad de esperanza y / o creencia en la capacidad del dinero o la ciencia para SALVAR a las personas, para SALVAR LA VIDA. Con solo mirar las estadísticas podemos ver que la convicción de que vivir vale la pena no tiene una relación directa con la riqueza o la educación. ¿Cómo es eso? Estos países europeos se encuentran entre los más ricos y mejor educados del mundo. Exceptuando el hecho de que Canadá es tan secularizado y humanista en su sistema de creencias (Canadá también aprueba el suicidio asistido por médico), este hecho sorprendente de aquellos países que permiten la eutanasia y el suicidio asistido por médicos («PAS» es la sigla en inglés para el «suicidio asistido por médico») muestra la profundidad de la desesperación y el desdén por los humanos y por la vida hoy.
Que los Estados Unidos de América finalmente hagan una diferencia ahora que la Corte Suprema tiene en la banca un nuevo juez (el Honorable Brett Kavanaugh) quien entiende los temas relacionados con la vida desde la perspectiva de una visión digna de la vida humana y que la opinión de personal de lo que es «conveniente» y lo que es «expediente» NO es la base para determinar la respuesta a los problemas del final de la vida. Y esta verdad representa es un gran cambio de dirección en los EE.UU. El Hno. Juez Kavanaugh cree que la vida es un DERECHO constitucional. Nadie puede quitarme eso … ni siquiera UNO MISMO.
La cuestión no se trata de «liberal» versus «conservador» ni «tradicionalista», sino simplemente sobre la preciosidad de la vida versus el «individualismo.» Espero que los Estados Unidos no siga el nihilismo de Nietzsche, hasta que el mundo vuelva a ser poblado por «el último hombre» (como el llamó a los seres humanos desesperados, inmorales y sin objetivo) de la época de la revolución industrial, a fines del siglo 19.
«El ÚLTIMO HOMBRE» de Nietzsche será aquel que no reconozca NINGÚN VALOR de ningún tipo, lo que le permitirá deshacerse de ellos, y de tratarlos como inútiles y disponer de cualquier persona, cualquier cosa y cualquier idea que no cuente con la aprobación popular.
Me temo que el «último hombre» ya se esconde en las sombras del movimiento pro-abortista en Chile, en Argentina y en otros muchos lugares del mundo. Solo el que escasea de los valores morales y espirituales puede estar cómodo con la postura que el aborto es «un derecho.» Y solo esa persona se contentará con la creencia que los valores morales «no pueden influir» en la contingencia moderna, pues para ellos, la moral es solo «personal» y «religiosa.» Para aceptar el aborto como «derecho» humano es ser incapaz de contemplar la moralidad de la vida.
Piense en aquello antes de votar la próxima vez que le corresponde emitir su sufragio.
David L. Rogers, Magister en Artes