***Las Tormentas de Nieve y el Gozo de la Vida ***

Te saludo en este año nuevo, el año 2010.

Estoy de viaje en los Estados Unidos, justo en el tiempo del año que más tormentas de nieve se producen. Desde mi llegada acá, han caído más de 80 cm. de nieve en las distintas localidades donde estamos viajando. Lo llamativo es que mucha de esta nieve ha caído en la costa oriente (Nueva Jersey, Delaware, Maryland y hacia el sur). Es llamativo porque no se acostumbra la gente a tratar con tanta nieve. Se torna el mundo un blanco hermoso, pero las calles se tornan una trampa mortal para el conductor.

Poco después de una de estas tormentas, me tocó tomar desayuno con un hombre discapacitado en Nueva Jersey justo la semana después que habían caído unos 40 cms. de nieve allí. El hombre de nacionalidad dominicana se mobilizaba en una silla de ruedas de tipo eléctrico. Este joven, llamado Fran (o Francisco) tenía una actitud de vencedor, de una alegría incansable. ¡Le tocó transitar en una avenida de 6 pisas, porque no se había despejado la acera para los peatones en su barrio, para llegar a tomar desayuno con un pequeño grupo de hombres a las 7:00 de la mañana! Claro que Fran andaba por la orilla de la avenida, pero de todos modos, con la nieve, el frio y el riesgo de que quedara atrapado por la nieve, salió para ir al desayuno y compartir la Palabra de Dios con nosotros.

Me tocó a mi dar el devocional esa mañana, con unos 14 hombres presentes. Les hablé de la integridad en la vida de un hombre de Dios, y en nuestras vidas como varones en particular. Les hablé de un texto en Proverbios. Luego, nos servimos el desayuno y terminamos orando juntos. Pero lo más increíble fue lo que luego supe al terminar el desayuno. Como todos los demás varones del grupo tenía una tarea que hacer en la iglesia esa mañana a las 9:00 AM, me quedé con Fran, mientras esperaba el transporte para discapacitados, lo cual venía a una cierta hora para buscarlo.

Estuvimos hablando una media hora, y al conocerle a Fran supe que él era un hombre que sufrió de discapacidades desde su niñez, que inclusive fue abandonado por su familia, y que en un hogar de niños de orden católico romano, lo había acogido, donde le capacitaron, enseñaron y prepararon para vivir una vida independiente como hombre. Fran no puede salir de la silla de ruedas, y tiene un limitante tremendo de mobilidad. PERO, Fran tiene algo más: conoció a Cristo hace unos 12 años, a través de un amigo que le invitó a una iglesia bautista. Aunque Fran tenía una vida digna, bien provista, no tenía la seguidad de una eternidad en el Cielo con Dios. Cuando Fran conoció a Cristo, poniendo su fe en El, Fran conoció porque un grupo de monjes le habían salvado la vida física: era para conocer a Cristo, quien le dío una razón para vivir, y una verdadera alegría en la vida. Fran goza de su relación con Cristo a pesar de lo complicado que es para él salir, o para poder hacer cualquier cosa. A este joven de unos 30 años, no le importa que no puede hacer lo que muchos hacen para tener felicidad o para entretenerse. Fran está lleno de gozo y de paz, porque tiene la vida eterna por medio de Cristo Jesús.

Menciono el ejemplo de Fran y lo que tuvo que superar para ir a un desayuno tan temprano (con temperaturas de unos 6 grados bajo 0…), porque me hace ver algo: la nieve, o las tormentas en la vida son superables…¡cuando uno tiene el gozo de Cristo  llenadole en todo momento! Mi vida parece unas vacaciones al sol cuando veo a un hombre como Fran que sale y que también trabaja para compartir su fe y para mostrarle a otros que es Cristo quien nos da el gozo perdurable y inamovible.

Te invito amigo, a no dejar que la nieve…o en Chile, el calor, la lluvia o los «achaques» de la vida…destruyan tu gozo. Recuerda lo que Pablo dice: «estado siempre gozosos» (1 Tesalonicenses 5:16). El gozo no es una condición externa, sino una posesión interna, de quienes han sido perdonados por el amor y la sangre de Cristo. El gozo es un grato regalo de los que han acogido al Príncipe de Paz, Jesús mismo.

Te invito a recibir el mismo gozo que Cristo quiere que tengas…no habrá una tormeta de nieve que te la puede borrar.

Gozando en el Amor de Cristo,

David L. Rogers, M.A.Min
Pastor Administrador
IBVN