Jesús y Hollywood : ¿Amigos o Enemigos?

Si alguien aun duda sobre el compromiso de Hollywood con la fidelidad histórica de las mega películas, solo tiene mirar a peliculas como «El Titanic», «Pearl Harbor,» «The Godfather»...etcétera. El «genre» (categoría) de películas que se identifica como «históricas» ofrecen escenas poderosas y actuación sobresaliente. Producen una experiencia emocional pero, por otra parte, dan una hambruna en lo real e histórico.

El ejmplo muy conocido es en «El Titanic» en el cual Leonardo DiCaprio y Kate Winslet se balancean en la proa de la nave, envueltos en su amor y encanto. Pero que minutos más tarde, se ven ahogandose–casí–mientras la nave se hunde. El tiempo que la escena utiliza para que Jack (Dicaprio) rescate a Rose (Winslet) fue tan extendido, que pareciera que el barco estuviera muchas horas antes de hundirse (según la mayoría de los reportes, demoró 2 horas 40 minutos). ¿Era posible que dos personas corrieran por varios de los niveles del barco mientras fueran perseguidos por alguien con la meta de matarle a Jack? No solo es poco probable, ¡era imposible! Para más detalles, ve este artículo. (Aunque solo la opinión de una persona, el artículo demuestra las varias falsedades en la película.)

El momento cuando el barco se hunde fue tan irreal, como imposible, ya que el director lo imaginó en cámara lenta al parecer…el drama, la tensión, esperanza y finalmente, destrucción final. ¡Claro! Hubo una realidad desgarradora, desesperada, fatal…las personas fueron separadas de sus familias, esposos, e hijos. Pero la realidad de cómo se hundió el barco fue otra realidad, muy diferente que la pelicula demuestró. Y este es justamente el problema: Hollywood ama el drama, NO la historia.

Entonces, ¿qué tal las producciones de películas y miniseries sobre la vida y la persona de Jesús? En este rubro de película, es imperativo tener en claro que los productores de los megafilms no son historiadores. Sí claro, hay guionistas e investigadores que resucitan hechos curiosos, prácticas raras y creencias incómodas. Pero, es es muy poco común que los directores sean lectores cuidadosos de la literatura clasica. La cantidad de películas que han producido en Hollywood, la «cuidad de oro» de la fábrica de ilusiones y mitos, con la finalidad de contar algo sobre la vida de la Jesús de Nazaret son hasta ahora, en su gran mayoría distorciones de la verdad, sobre quién era Jesús.

Aunque hay ecepciones (recuerda «Jesús» basado en Lucas, o «La Pasión de Cristo» por Mel Gibson, una película impactante sin lugar a dudas) planteo mi postura: a los productores de Hollywood (y todas los centros cinematográficos del mundo) Jesús les complica su profesión. El es un estorbo a sus negocios, sus ideales y sus filosofías de la vida. Por ello, se quiere ponerle en tela de juicio tanto lo que  Jesús era, así como lo que El dijo. Cuestionan lo que Jesús enseñó porque es fácil debatir con un «contrincante silencioso.» Al menos ellos creen que está silencioso.

Pero, cuando una productora como Discovery Channel se salta al carro y considera las teorías dudosas sobre la vida y la muerte de Jesús Cristo, él o ella ya promovió un nuevo nivel de confusión en cuanto a la veracidad y la objetividad. La llamada «documental» que lleva el título «La Tumba Perdida de Jesús» («The Lost Tomb of Jesus») que salió en 2007 marcó un paso más notorio de cuestionar la fe cristiana y sus creencias y doctrinas centrales. Dicha «film documental» era solo un paso de usar la pantalla grande para promocionar las teorías «cientificas» como fueran hechos seguros y determinantes. Pero no es historia, y menos es un real documental. Los hechos de la tumba llamada la «Tumba Perdida» es pura conjectura y plantea una hipótesis que fue desmentida y mostrada ser falso (ver mi articulo en dos partes: «Esto Sí, Cambia Todo! La Resurreccion de Cristo Jesús», Pte. 1, y Pte. 2)

No es la intención mía evaluar todas las películas creadas sobre la persona de Jesús. ¡Hay alrededor de 40 películas y series! Las falencias abundan, pero no por ello, no se puede mirarlas, siempre y cuando las compares con la verdad bíblica de la Palabra de Dios. También quiero invitarle a pensar que es posible que los directores y el elenco de una y otra película revelan verdades y traen a colación las creencias claves de la fe cristiana, sin darse cuenta de la lección que están dando al televidente. De esto quiero hablar.

Veamos cómo la industria de Hollywood transmite lecciones, verdades e inclusive la doctrina judeo-cristiana predominante, de manera sútil y pasajera, demostrando los conceptos bíblicos de manera sutil y tácita.

La primera película que evaluaré es «La Liga de Justicia» por DC Comics.

La exploración de los superhéroes en el cine moderno revela su importancia como símbolos de esperanza y justicia, reflejando el anhelo de la humanidad por héroes cercanos que restablezcan el equilibrio y el orden en tiempos caóticos. Este análisis se centra en la película de 2017, «La Liga de la Justicia», dirigida inicialmente por Zach Snyder y posteriormente completada por Joss Whedon, en la que constituye una entrega crucial del Universo Extendido de DC (DCEU) y presenta a personajes icónicos como Batman, Superman y la Mujer Maravilla, junto con héroes más recientes como Aquaman, Flash y Cyborg.

«La Liga de la Justicia» se centra en los esfuerzos de Batman y la Mujer Maravilla para enfrentar una inminente invasión alienígena liderada por Steppenwolf, un semidiós que intenta unir tres poderosas «cajas madre» para rehacer mundos y desatar la destrucción. La narrativa se intensifica cuando el equipo resucita a Superman, un punto de inflexión crucial que subraya los temas de esperanza y unidad a pesar de las dudas internas y las motivaciones fragmentadas entre los héroes.

 Un momento crucial surge cuando Superman se enfrenta a Steppenwolf, afirmando su creencia en la verdad y la justicia, lo que cristaliza el mensaje central de la película. A pesar del sombrío contexto social —marcado por desintegraciones familiares, ineficacia policial y terrorismo global—la narrativa sugiere que la esperanza, encarnada por los héroes unidos y, especialmente, por las figuras femeninas, es esencial para superar la oscuridad. La irónica letra de la canción inicial resalta la desesperación y la división generalizadas; sin embargo, la película contrarresta esto con el tema de que la esperanza y la justicia colectivas pueden prevalecer. Esta esperanza se presenta como frágil pero vital, similar a algo que se pierde fácilmente pero siempre está al alcance.

Reflexión Apologética y Una Esperanza Cristiana

Nuestro análisis se extiende a una aplicación apologética, en la que se contrasta la representación de la esperanza en la película con las perspectivas teológicas cristianas. Esta película enfatiza que la esperanza verdadera y perdurable se encuentra en una relación con Dios, quien ofrece la restauración en la relacion personal, y que lleva más allá de la desesperación terrenal. La resurrección de Superman se compara con la resurrección de Jesucristo, simbolizando una esperanza viva que trasciende los desafíos temporales y brinda seguridad eterna. En este sentido, es necesaria la reflexión de la Iglesia cristiana a ejemplificar y comunicar esta esperanza a un mundo a menudo desprovisto de sentido y abrumado por el sufrimiento. El verdadero héroe no es una figura en la imaginación: es la persona misma de Quien venció la muerte, resucitó de la tumba, y ¡conquistó nuestro más grande enemigos Satanás y la muerte!

En resumen, «La Liga de la Justicia» combina acción, mitos y temas sociales contemporáneos para explorar el heroísmo, la justicia y la esperanza. Si bien enfrenta desafíos narrativos y de producción, su representación del empoderamiento femenino y la necesidad esencial de esperanza resuena profundamente. La película invita al espectador a considerar no solo a los héroes cinematográficos, sino también la profunda esperanza espiritual que, según el análisis, la humanidad necesita para superar sus pruebas más oscuras.

En palabras de Eterno Héroe, Jesucristo, «Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá aun después de haber muerto. Todo el que vive en mí y cree en mí jamás morirá.» (Juan 11:25-26, NTV, 2009, Tyndale House Publ.)

David L. Rogers, M.A. Apol.
Santiago, Chile